Desde que salió a la luz el caso de Jeanette LeBlanc está causando conmoción, ella era una mujer estadounidense de 55 años que falleció el pasado 15 de octubre después de permanecer ingresada en un hospital durante 21 días luchando por sobrevivir a las devastadoras consecuencias de una bacteria que invadió su cuerpo.
Jeanette, de Luisiana, contrajo la letal bacteria después de ingerir ostras crudas durante una reunión familiar en la que comió dos docenas de este alimento, las cuales había adquirido en un mercado de Westwego en su localidad.
Jamás pensó que contraería una bacteria que la devoraría por dentro, pero el microbio acabó con ella comenzando por sus piernas, el pronóstico de los médicos era devastador y no había nada que pudieran hacer para salvarla.
Fue diagnosticada con un caso de vibriosis grave, que suele contraerse después consumir mariscos crudos o poco cocidos en especial durante los meses cálidos, entre mayo y octubre. También puede afectar a aquellas personas que tengan una herida abierta y la expongan al agua del mar.
ADVERTENCIA: LAS SIGUIENTES IMÁGENES PUEDEN HERIR SENSIBILIDADES
La bacteria dentro del organismo empieza a manifestarse con diarrea, náuseas, escalofríos y fiebre. Generalmente las personas se recuperan en un período de tres días, pero en casos más crónicos pueden sufrir la amputación de alguna extremidad e incluso perder la vida.
Vicki Bergquist, compañero de la mujer fallecida, está emprendiendo una campaña para crear consciencia acerca de la bacteria que contrajo Jeanette y el grave peligro que representa.
Jeanette se enfermó después de ir a pescar cangrejos y después comerse las ostras que había comprado en el mercado. Karen Bowers, su amiga, declaró a los medios de comunicación que los síntomas comenzaron tras ingerir las ostras.
Relató que al principio parecía que su amiga tenía una reacción alérgica, pero las siguientes 48 horas su estado de salud empeoró gravemente y los médicos le diagnosticaron vibriosis.
La bacteria se caracteriza por “comer” carne, por eso Jeanette tenía lesiones muy graves en sus piernas.
Karen trabaja para crear consciencia sobre el peligro las bacterias carnívoras:
“Si realmente supieran lo que podría pasarles y que literalmente podrían morir dentro de las siguientes 36 o 48 horas después de comer ostras crudas comprenderán si realmente vale la pena comerlas”.
Cada año aproximadamente 80.000 personas contraen vibriosis en Estados Unidos y 100 han fallecido a causa de la bacteria.
Es importante que todos conozcan el riesgo que existe al consumir mariscos que no estén bien cocinados. ¡Comparte esta trágica noticia!
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