OAXACA DE JUÁREZ, OAXACA
“¡Mataron a Tony! ¡Mataron a Tony!, fue el chalán que trabaja con nosotros, sé dónde vive, lo voy a seguir y si lo alcanzo en su casa, en Santa Rosa, lo agarro y lo entrego a la policía”, dijo atropelladamente el encargado de darle la noticia de la muerte del maestro albañil a su cuñado.
A Antonio lo mataron a palazos en la obra en construcción en la que trabajaba, en la agencia municipal San Felipe del Agua; el agresor escapó después de cometer el asesinato.
PAUSA PARA DESAYUNAR
Antonio, de 45 años de edad, en compañía de Bulmaro, salió de su domicilio en Santa Rosa Panzacola para dirigirse a la obra en la que laboraba. Lo habían contratado para realizar trabajos de albañilería en la calle Morelos esquina Magnolias de la agencia municipal San Felipe del Agua.
Al llegar a la obra ya los esperaban sus compañeros de oficio Vicente y Cecilio, quienes en ese momento se cambiaban la ropa para iniciar un nuevo día de trabajo. Antonio y Bulmaro tenían una semana y dos días de laborar en esa obra en construcción. Enseguida comenzaron con lo programado.
Unos preparaban la mezcla y el cemento y otros más repellaban; durante horas estuvieron trabajando con normalidad y tranquilidad. Llegó la hora del desayuno. Serían las 11:30 horas cuando Antonio hizo una pausa en su trabajo y le pidió a Bulmaro que fuera a comprar tortillas para degustar la comida que su esposa le preparó como desayuno. Bulmaro cuenta que se salió de la casa y caminó unas cuadras para ir a conseguir y comprar el pedido en la tortillería de la agencia.
ÁSPERA DISCUSIÓN
En tanto, en la obra en construcción Antonio y Vicente empezaron a discutir. Los gritos y los insultos llegaron a los empujones; pronto empezó una pelea. Antonio cayó al piso lesionado. Antonio al quedar tirado en el suelo quedó indefenso y trató de defenderse, pero Vicente tomó una pala, con la que le pegó en la cabeza en varias ocasiones, dejándolo gravemente lesionado, por lo que con rapidez comenzó a formarse un charco de sangre alrededor del albañil malherido.
Vicente, al darse cuenta que Antonio estaba gravemente herido, escapó del lugar, salió corriendo rumbo a la entrada principal y se topó con Bulmaro, quien con las tortillas en las manos abrió la puerta. Al momento que abrió la puerta, casi tropezó con Vicente, quien salió corriendo en la calle, escapando del lugar.
Bulmaro no alcanzaba a comprender, pero en eso observó que Antonio estaba bañado en sangre y trató de ayudarlo. “¿Quién le pegó?¿Quién le hizo esto?”, le preguntó a Cecilio mientras se acercaba a Antonio. “Fue Vicente, ya se peló después de golpearlo”, fue la respuesta. Tomó su teléfono y pidió el auxilio de la ambulancia, minutos después al lugar llegaron paramédicos de la Cruz Roja, quienes trataron de reanimarlo, pero debido a las lesiones que presentaba, perdió la vida en el lugar.
Bulmaro, bastante molesto y con el corazón latiéndole a toda velocidad, se salió de la casa, tomó nuevamente su celular y llamó a su familiar para darle la noticia de la muerte de Antonio. Explicó que iría a buscar al agresor para agarrarlo y entregarlo a los policías y se retiró presuroso.
INICIAN INVESTIGACIÓN
Elementos de la Policía Municipal llegaron al lugar y entraron a la obra en construcción. Al ver que el albañil estaba sin vida, acordonaron el lugar para preservar las evidencias que pudieran encontrarse, en espera de las autoridades.
Horas después, al lugar llegaron elementos de la Agencia estatal de Investigaciones, quienes tomaron conocimiento del homicidio doloso e iniciaron la inspección ocular. Anotaron que el albañil quedó tirado junto a unas láminas que utilizarían en la obra, cerca del tambo color azul que utilizan para sacar agua y usarla para la mezcla.
El albañil quedó tirado boca arriba, con la pierna derecha flexionada. Vestía un pantalón negro y una camisa gris oscura. A su lado derecho quedó tirada una gorra, tal vez suya. Su mano derecha quedó cerca de su abdomen, donde se agarró en un intento por contener el dolor. Cerca de su cuerpo, recargada en la lámina, quedó la pala, manchada de sangre, al igual que el área alrededor del cuerpo de Antonio.
Los agentes dejaron la escena intacta esperando saber si podrían rescatarse huellas dactilares de la pala. Después la larga espera de los peritos de la Fiscalía General del Estado, quienes llegaron horas más tarde, se realizaron las tareas levantando y embalando en cadena de custodia los indicios. Al término se encargaron del levantamiento del cuerpo y el traslado al anfiteatro de la ciudad. Se esperaba que en el transcurso del día los familiares de Antonio acudieran a las oficinas a realizar la identificación legal. En tanto, agentes investigadores tomaban datos para poder interrogar a los testigos del pleito en el desayuno.
Con información de: EL IMPARCIAL DE OAXACA
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