El sismo de magnitud 8.2 que sacudió al país el pasado 7 de septiembre, daño aproximadamente al 80 por ciento de las casas del municipio de Ixtaltepec, en donde cientos de
familias que perdieron sus viviendas duermen en las calles o en los terrenos que ahora lucen vacíos, toda vez que se tuvieron que demoler.
Ante esta situación el presidente de la República, Enrique Peña Nieto hizo entrega el pasado 2 de octubre de las tarjetas de ayuda a damnificados, a los que sufrieron daños
parciales una tarjeta con 30 mil pesos, a los que sufrieron daños totales dos tarjetas, una de 30 mil y una de 90 mil, la primera para el pago de la mano de obra y la segunda
para el pago del material, haciendo un total de 120 mil pesos para la reconstrucción de sus casas, el apoyo sería dado en ministraciones mensuales.
Sin embargo, a la fecha algunos damnificados se han llevado la sorpresa de que no tiene fondos y no han podido adquirir materiales, ni el recurso, para iniciar cuando menos
con lo más elemental que les permita tener un lugar donde resguardarse de las inclemencias del tiempo, primero las lluvias y ahora los fuertes vientos que llegan a alcanzar
más de 100 kilómetros por hora en la zona.
Tal es el caso de Luis Vicente Guzmán Gómez, quien sufrió la pérdida total de su vivienda ubicada en la Avenida Morelos entre Nicoles Bravo y Francisco y Madero de
Asunción Ixtaltepec, la cual tuvo que demoler y actualmente vive bajo el resguardo de una lona y pedazos de plástico que con el viento parece que desaparecerán en
cualquier momento, además de que corre el riesgo que la barda del vecino se venga abajo.
Luis recibió dos tarjetas, por lo que acudió al cajero y logró retirar solo 3 mil pesos de los primeros 15 que trae la tarjeta para el pago de la mano de obra, cuando quiso retirar
lo demás en el tiket decía inválida, acudió a una sucursal y le dijeron que parece que hay 12 mil pesos, pero por alguna razón no puede cobrarlos, como si estuvieran
congelados y tendría que ir a BANSEFI a preguntar
“Fui a Zimacero en Juchitán con la idea de
comprar algunas láminas y material para
hacer una galera y poder dormir, porque no
creo que alcance para más, pero no tiene
fondo la tarjeta, me regrese desilusionado y
a esperar porque en la sucursal de
BANSEFI hay una mucha fila que le pasó lo
mismo y de la que está cobrando la de su
tarjeta por daño parcial”, expuso.
Con tristeza comentó que la casa fue una herencia de sus padres y tenía más
de 150 años de haber sido construida con mucho sacrificio y ahora
difícilmente se logrará edificar otra.
Guzmán Gómez recuperó algunos morillos, los que ocupará para lo que será
su nuevo hogar, mientras que algunos que se dañaron los utilizaría para cercar
el terreno, pues la barda también se vino abajo.
Mientras logra saber que ocurrió con el recurso de las tarjetas y cuándo podrá utilizarlo, Luis Vicente busca la manera de brindar una mejor protección a sus dos hijos de 4 y 5
años, así como a su esposa quien con lágrimas narró la pesadilla que vivieron el pasado 7 de septiembre cuando la tierra se sacudido de manera violenta.
Con información de: EL IMPARCIAL DE OAXACA
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